CONSELLO REGULADOR PAN DE CEA
Los panaderos de Cea han finalizado el año 2015 con un incremento de las ventas que se aproxima al 10%, según constata el Consello Regulador da Indicación Xeográfica Protexida Pan de Cea. Esto ha supuesto la colocación en el mercado de algo más de 900.000 piezas, que se distribuyen no sólo en Galicia, en donde se mantiene el mercado, sino también en otros lugares de España (creciendo especialmente en Madrid y Barcelona). En los restantes destinos, la venta se mantuvo con respecto al 2014 en Asturias y País Vasco, mientras que también registraron un ligero incremento en Levante.
Según apuntaba el presidente del Consello Regulador, Carlos Manuel Rodríguez, "seguimos en positivo, aumentando as ventas cada ano, e aínda que non temos pechado o balance, temos claro que medramos entre un cinco e un dez por cento, o que supón que se venderon máis de 100.000 pezas a maiores do ano anterior", añadiendo que "ese incremento estámolo notando máis no exterior, con un maior número de clientes pedindo o pan". Las grandes superficies, las tiendas de delicatessen y los restaurantes son los clientes del pan de Cea, que lograba el distintivo geográfico de protección en 2004, siendo el primer producto de estas características en conseguirlo dentro de todo el ámbito europeo.
La restauración en distintas comunidades autónomas de todo el Estado español se ha convertido en uno de los principales mercados para la venta del pan de Cea. Restauradores de Cataluña y el País Vasco son los que acaparan la mayor parte de ese mercado, que se desarrolla de forma directa y sin intermediarios, sólo a través del servicio de mensajería. Los panaderos envían también semanalmente su producto artesanal a otras comunidades autónomas como Madrid, Valencia, Extremadura y Asturias, en donde también está aumentando la venta de forma considerable. En total, son 60 restaurantes esparcidos por la geografía española, que reciben este pan cada día, dos o tres veces por semana, o cada 15 días, según sus propias necesidades.
En San Cristovo de Cea trabajan en la actualidad 17 panaderos, tras la jubilación reciente de uno de estos profesionales. A los responsables del Consello Regulador les preocupa la falta de relevo generacional para dar continuidad en el futuro a la elaboración de este producto artesanal de unas características muy singulares.
La obtención del Pan de Cea es el resultado de un proceso artesanal, transmitido de generación en generación, que se adapta la la legislación actual sin perder su identidad propia. La elaboración consta de 7 fases:
- Amasado: se coloca la harina en la artesa dándole forma semejante a un volcán, para lo cual se vierte en el centro, agua, sal y la masa madre preparada con anterioridad. A continuación se realiza un amasado durante 60 minutos.
- Reposo: La masa se deja en reposo entre 45 y 60 minutos y se tapa con una tela.
- División de la masa: Se hace de forma manual en porciones de peso aproximado de 1,2 o 0,70 kg.
- Reamasado: Cada operación de reamasado, con su posterior reposo de 25 a 30 minutos se denomina tenda. El proceso de elaboración sufre dos o tres tendas.
- Horneado: el horno se calienta con leña o materiales de origen vegetal que no proporcionen ni olor ni sabor. Se coloca la masa en una pala y se le hace un corte en la parte superior. El proceso se realiza en varias etapas, al mismo tiempo que se practica una redistribucción de las piezas en el horno alejándolas del foco de calor.
- Cocción: Colocada la hornada, se cierra el horno dejando un tiempo de cocción de 2 horas.
- Rever: Una vez fuera del horno, las piezas permanecerán en maduración, enfriando una hora en estantes de madera.
Según apuntaba el presidente del Consello Regulador, Carlos Manuel Rodríguez, "seguimos en positivo, aumentando as ventas cada ano, e aínda que non temos pechado o balance, temos claro que medramos entre un cinco e un dez por cento, o que supón que se venderon máis de 100.000 pezas a maiores do ano anterior", añadiendo que "ese incremento estámolo notando máis no exterior, con un maior número de clientes pedindo o pan". Las grandes superficies, las tiendas de delicatessen y los restaurantes son los clientes del pan de Cea, que lograba el distintivo geográfico de protección en 2004, siendo el primer producto de estas características en conseguirlo dentro de todo el ámbito europeo.
La restauración en distintas comunidades autónomas de todo el Estado español se ha convertido en uno de los principales mercados para la venta del pan de Cea. Restauradores de Cataluña y el País Vasco son los que acaparan la mayor parte de ese mercado, que se desarrolla de forma directa y sin intermediarios, sólo a través del servicio de mensajería. Los panaderos envían también semanalmente su producto artesanal a otras comunidades autónomas como Madrid, Valencia, Extremadura y Asturias, en donde también está aumentando la venta de forma considerable. En total, son 60 restaurantes esparcidos por la geografía española, que reciben este pan cada día, dos o tres veces por semana, o cada 15 días, según sus propias necesidades.
En San Cristovo de Cea trabajan en la actualidad 17 panaderos, tras la jubilación reciente de uno de estos profesionales. A los responsables del Consello Regulador les preocupa la falta de relevo generacional para dar continuidad en el futuro a la elaboración de este producto artesanal de unas características muy singulares.
La obtención del Pan de Cea es el resultado de un proceso artesanal, transmitido de generación en generación, que se adapta la la legislación actual sin perder su identidad propia. La elaboración consta de 7 fases:
- Amasado: se coloca la harina en la artesa dándole forma semejante a un volcán, para lo cual se vierte en el centro, agua, sal y la masa madre preparada con anterioridad. A continuación se realiza un amasado durante 60 minutos.
- Reposo: La masa se deja en reposo entre 45 y 60 minutos y se tapa con una tela.
- División de la masa: Se hace de forma manual en porciones de peso aproximado de 1,2 o 0,70 kg.
- Reamasado: Cada operación de reamasado, con su posterior reposo de 25 a 30 minutos se denomina tenda. El proceso de elaboración sufre dos o tres tendas.
- Horneado: el horno se calienta con leña o materiales de origen vegetal que no proporcionen ni olor ni sabor. Se coloca la masa en una pala y se le hace un corte en la parte superior. El proceso se realiza en varias etapas, al mismo tiempo que se practica una redistribucción de las piezas en el horno alejándolas del foco de calor.
- Cocción: Colocada la hornada, se cierra el horno dejando un tiempo de cocción de 2 horas.
- Rever: Una vez fuera del horno, las piezas permanecerán en maduración, enfriando una hora en estantes de madera.